Florecen Cristos en la Tierra. Nuevos “puntos de luz”
pueden verse brillar en la Red de Luz Planetaria en construcción. La Humanidad ha
entrado en el siglo XXI en un período crítico de purificación que dará por
resultado un despertar cada vez más masivo de conciencia.
Los factores que determinan esos movimientos en la
Conciencia son Anclajes de Luz(1) que
se han estado produciendo cada vez con mayor frecuencia e incidencia. Este tema ya ha sido abordado.
El Sol Interno del Planeta(2) ya ha integrado las frecuencias solares que
en cada Anclaje se han ido vertiendo, y está (especialmente a partir de fines
de 2012) emanando desde Su Corazón(3) las
frecuencias lumínicas integradas y asimiladas. Al brotar hacia la superficie en
forma de irradiación áurica, las nuevas frecuencias remueven el astral y el
mental produciendo ‘movimientos sísmicos internos’. Esto enardece a los que
viven solamente en sus deseos, emociones y mentes mecánicas, porque lo viejo y
herrumbrado debe ceder paso naturalmente a la Luz que ya circulando por el
Planeta está. La resistencia interna solo genera más crisis y dolor, pero el
‘dejarse rehacer’, en fe, y el fluir con la Vida a cada paso, es lo que está
catapultando a miles de corrientes de vida a un nacimiento espiritual de la
conciencia sin precedentes en el Planeta Tierra. Nunca antes en este Planeta se
presentó tal condición favorable para el Despertar.
El Sol se vierte hoy en estas palabras para complementar
‘las perlas instructivas’ que en este espacio vienen formando ‘el collar de
comprensión’ acerca de la RED DE LUZ.
Lo que antes no pudo realizar la Humanidad, en ninguna de
las Razas humanas que se sucedieron, podrá ser efectuado con el grupo de
avanzada en la presente Raza. Nos referimos a la definitiva construcción de “LA
RED DE CONCIENCIA-LUZ” en la cual se debe llegar a conformar un ‘anillo
especial’ en el aura planetaria global. El aura planetaria posee varios anillos
concéntricos e interpenetrados a la vez. Cada uno de estos anillos de energía
pertenece a un plano o región de vida, y está vitalizado especialmente por un
reino de vida. El reino humano es el encargado de vitalizar, a través del
desarrollo de sus facultades latentes, uno de los anillos del aura planetaria,
que aún no existe como tal. Ese anillo solo puede ser construido por seres
humanos ‘cristos’ o ‘budas’ conscientes, ya que tal anillo es ‘la
banda búdica planetaria’. Se aclara, sin embargo, que Buddhi es un
plano (como todos los demás, del septenario) ya existente, desde siempre
presente en el Planeta Tierra, pero aquí no estamos hablando del ‘principio
búdico latente’, sino de la formación de un anillo vitalizado y bien formado en
el aura planetaria, que solo se puede plasmar con el despertar consciente de
Buddhi. Aquí Buddhi toma otra condición, muy diferente al estado de latencia,
ya que el hombre, al despertarse búdicamente en forma masiva, generará esa ‘banda de Luz’, el anillo crístico, que
rodeará a la Tierra transformándola en un Planeta Confederado en el Reino
Universal de la Luz Crística. Solo los hombres despiertos en la Luz pueden ser
generadores activos de tal acontecimiento trascendental planetario. Todo está
en el desarrollo de La Conciencia.
Un planeta siempre depende del desarrollo de sus “tejidos
vivos” (los reinos de vida) para su desarrollo y evolución, y la Tierra lo ha
soportado todo para ver nacer en ‘Su Cuerpo’ al Tejido-Humanidad, capaz de
formar tal anillo búdico de consciencia.
Cada punto de luz nacido en ese “tejido vivo” de
conciencias es muy valioso para este propósito, ya que la Tierra necesita, para
su propia evolución, de todos sus reinos de vida en plena actividad para
avanzar como ‘un todo’ hacia la Luz.
La maya de conciencia búdica, como anillo firme y sin
fisuras, será concluida en la futura 6° Raza de hombres, y será en esa Raza
donde comenzará, con los Egos más avanzados, a construirse el siguiente anillo
áurico de consciencia: ‘el anillo Átmico’, el cual hoy cuenta solo con el
sostenimiento de la Jerarquía de Luz oculta dentro del Planeta. Pocos son los
Egos alineados con ese anillo en la actualidad, pero todo está en armonía,
dentro de un proceso evolutivo ascendente, lo cual nada ni nadie puede detener.
Todo llega a su debido tiempo en la evolución, (aunque no sin trabajo constante
e incansable de los servidores del Cosmos).
Cada grupo de entidades de vida forma parte de un sector
específico en el aura planetaria. Cuanto más avanzado es el reino de vida más
anillos planetarios interpenetra y más avanzada y compleja es tal forma de
vida-conciencia. El reino mineral, por ejemplo, representa la vida más densa de
la materia en el Cuerpo Planetario (la región físico-química y etérica densa);
el reino vegetal aviva la conciencia perteneciente al anillo etérico planetario
y algo del astral (primeros subplanos, inferiores), el reino animal, además de
compenetrar los anillos anteriormente citados, vitaliza especialmente el anillo
astral (y en parte ínfima el mental inferior, con el grupo de animales más
evolucionados). El reino humano es interpenetrado por todos esos niveles o
anillos contribuyendo a su vitalización, pero es el encargado de vitalizar
especialmente el anillo mental planetario, como anillo establecido, y un grupo
de humanos más avanzados (una minoría hasta el momento) están vitalizando (recién
comenzando…) ese anillo llamado Buddhi o “Inteligencia de Unidad”.
Lo dicho es, claro está, imperfecto e incompleto, siendo
tan solo un esbozo de una verdad más compleja, que solo el investigador y
estudioso intuitivo podrá comprender correctamente.
Estas son solo señales para que, en el contexto de lo
hasta ahora ofrecido, pueda ser cada vez mejor entendido el significado de lo
que es y significa es frase tan repetida y tan poco comprendida:
“RED DE LUZ PLANETARIA”
Seguros de haber contribuido algo más a esa comprensión,
nos despedimos.
PAX CRISTI
2-
Sol Interno del Planeta: Es el Corazón espiritual de
la Tierra en contacto con el Sol Central. Más información en:
3-
“Emanando desde Su
Corazón”: El fluir de las Energías Cósmicas suprafísicas que están brotando
desde el Corazón Espiritual de la Tierra, aparecen retratadas en “La Gran
Afirmación”.